manifiesto contra la lgtbfóbia
Cada 17 de
mayo recordamos la eliminación de la homosexualidad de la lista de enfermedades
mentales, por parte de la Asamblea General de la Organización Mundial de la
Salud (OMS). Desde aquel día de
1990, la comunidad médica dio el paso a la madurez y con ello muchos países.
La
Constitución Española en su artículo 14 consagra el derecho de todos a no ser
discriminados por “razones de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o
cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.
Del mismo
modo, nuestro Estatuto de Autonomía para Andalucía en su artículo
14. “Prohibición de discriminación: Se
prohíbe toda discriminación en el ejercicio de los derechos, el cumplimiento de
los deberes y la prestación de los servicios contemplados en este Título,
particularmente la ejercida por razón de sexo, orígenes étnicos o sociales,
lengua, cultura, religión, ideología, características genéticas, nacimiento,
patrimonio, discapacidad, edad, orientación sexual o cualquier otra condición o
circunstancia personal o social. La prohibición de discriminación no impedirá
acciones positivas en beneficio de sectores, grupos o personas
desfavorecidas.” Y en su artículo 35.
“Orientación sexual. Toda persona tiene
derecho a que se respete su orientación sexual y su identidad de género. Los poderes públicos promoverán
políticas para garantizar el ejercicio de este derecho.”
Por eso hoy es
un día importante de celebración para todos y especialmente para la comunidad
LGTB, ya que hasta no hace mucho se consideraba a las lesbianas, los gays y
las y los bisexuales enfermos mentales, pero también un día de reivindicación
para el colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB).
Éste es, sin
duda, el camino. Avanzando siempre y no dando ni un solo paso atrás. Porque aún
queda mucho por conseguir y porque desde muy diversas instancias se está
haciendo todo lo posible para que sigan viviendo recluidos en la oscuridad
que llamamos armarios.
Hemos de
seguir avanzando para conseguir que la transexualidad deje de ser considerada
una enfermedad mental, denunciar con contundencia la terrible discriminación de
la que son objeto las mujeres y hombres transexuales, tanto en el ámbito
educativo, laboral y sanitario.
Este día debe
servir de recuerdo a las víctimas que ha habido, y sigue habiendo en todo el
mundo como consecuencia de la discriminación sexual. También para
comprometernos como Partido Andalucista a apostar por la educación desde la
infancia, en valores como la tolerancia y el respeto, haciendo ver a toda la
sociedad que la condición sexual no es motivo de diferenciación ni rechazo.
Los
andalucistas en este punto, entendemos que todo no se ha conseguido solo con el
matrimonio igualitario, sino que debemos seguir avanzando en el compromiso, y
por ello denunciamos la discriminación que sufren los hijos por vientre
subrogado de padres y madres homosexuales, privados de la nacionalidad, pero
sin embargo sin tener dicha nacionalidad viven aquí, están con nosotros, son
unos andaluces más, discriminados y privados del derecho de ser hijos de sus
padres de manera legal.
El Partido
Andalucista se siente profundamente orgulloso en reconocer los derechos de las
personas homosexuales, transexuales y bisexuales. Creemos que este es el camino
que hay que seguir para alcanzar una sociedad más justa e igualitaria y, en
definitiva, más decente. Por ello, los Andalucistas reclamamos una ley andaluza
sobre LGTBFOBÍA, donde se legisle sobre discriminación, tolerancia, rechazo,
acoso, maltrato físico, etc. hacia la comunidad LGTB.
En este
sentido, consideramos preciso que la homofóbia, la lesbofóbia, la transfóbia
y la bifóbia sean legalmente equiparadas con el racismo, la xenofobia y el
machismo, de modo que no resulte “gratuito” proferir insultos de ese
calibre tanto en el terreno mediático como el político.
Los
andalucistas queremos denunciar el acoso homofóbico y transfóbico que se
producen en las escuelas, causa de uno de cada tres intentos de suicidios en
jóvenes y adolescentes, y se preste mayor atención a los jóvenes que sufren
rechazo.
El P.A apuesta
por una educación que promueva la diversidad sexual y que impida la violencia o
discriminación hacía los jóvenes gays, lebianas, transexuales y bisexuales, e
impulsar con mayor ahínco, las medidas necesarias para hacer de los centros
educativos un espacio seguro para la diversidad.
Son, por
consiguiente, muchos los motivos por los que seguir luchando con nuestras
mejores armas, el respeto y la razón, para conseguir que en los próximos años
el mundo sea mejor para todas y todos los que creemos en la igualdad.
Juana
Rodríguez Ramas
Secretaría
Nacional de Igualdad
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